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sábado, diciembre 15, 2007

El Futuro de Niemeyer

Oscar Niemeyer cumple hoy cien años: toda una leyenda viva de la arquitectura moderna que renovó el concepto de las nuevas construcciones que se hacían en hormigón y que servirían de inspiración a venideros diseñadores. Líneas sencillas, humildes, minimalistas y perfectas depuran el entorno para dotarlo de una nueva serenidad que revela una imperfección anterior totalmente imperceptible ante la inexistencia de la obra.Brasileño de nacimiento y profeta en su tierra, su obra perla de futuristas e innovadoras estructuras la fisionomía de ciudades como Brasilia, Río de Janeiro o Paraná, aunque su influencia se ha extendido por todo el globo trabajando en Italia, Portugal, Francia, Estados Unidos, Argelia o Malasia.

Sus comienzos laborales se remontan al taller de tipografía que su padre regentaba entrando posteriormente en el estudio del arquitecto Lucio Costa. Ambos trabajaron a partir de 1956 en proyectos que cambiarían por completo la imagen de una nueva Brasilia que serviría de carta de presentación para el resto del mundo de una Brasil renovada y moderna diseñando edificios de viviendas, gubernamentales y de servicios con un aire funcionalista de líneas nuevas que imprimian e imprimen al país con un nuevo carácter racionalista, a diferencia de las viejas edificaciones ya existentes en la ciudad, que muchos quisieron importar.


Sus construcciones más reconocidas se condensan en la Explanada de los Ministerios de la ciudad de Brasilia: la Biblioteca Nacional, el Museo Nacional, el Congreso Nacional y la catedral (fotos de arriba, vista exterior e interior); junto con Le Corbusier proyectó el edificio principal de las Naciones Unidas en Nueva York, aunque el buque insignia que sin lugar a dudas resume y expresa de manera sencilla e inequívoca todo el conceptualismo de este gran artista es el Museo de Arte Contemporáneo de Río de Janeiro en la ciudad de Niterói (foto de abajo). Una estructura insólita en un paraje no menos peculiar que conforman un escenario onírico con un cierto regusto a años sesenta que es susceptible de ser utilizado en cualquier película de ciencia ficción o como revolucionario entorno para una película de James Bond que haría que cualquier espectador se maravillase ante tan singular estampa.

Recibió en 1989 el Premio Príncipe de Asturias de las Artes y ahora parece revertir ese galardon con el diseño del Museo Internacional de los Premios Príncipe de Asturias que el arquitecto va edificar en la ría de Avilés próximamente con un presupuesto no confirmado de unos 25 millones de euros y que será su obra más grande en el viejo continente.
Oscar Niemeyer es, a sus cien años, una mente activa e inquieta que no deja de crear, un referente en constante desarrollo que promete futuras y futurísticas creaciones para seguir dejando a cierta parte del mundo con la boca abierta víctima de admiración, no sólo por sus proyectos sino por la entusiasmante idea de pensar que a un verdadero creador no le pesan los años, sino que probablemente le faltan para poder desarrollar todas la ideas que pululan por su cabeza.